miércoles, 19 de febrero de 2014

Radios Comunitarias: a 4 años de la última entrega de permisos

Hace 4 años, el 19 de febrero de 2010, el segundo grupo de Radios Comunitarias promovido por Amarc México para obtener el permiso de transmisión ante la Cofetel, logró vencer la pesada resistencia combinada de trabas burocráticas e intereses económicos, para recibir por fin los documentos que autorizan el acceso al espectro radio eléctrico sin la zozobra de las amenazas de despojo del equipo, del cierre de las radios y hasta del castigo penal por hacer uso del derecho de libre expresión, información y comunicación.
Radio Xalli, de Palmar de Bravo, Radio Tepoztlán, de Tepoztlán, Mor., Radio Evolución, de Otumba, EdoMex, Radio Rélax, de Cd. Neza, EdoMex, Zaachila Radio de Zaachila, Oax. y Radio Tierra y Libertad de Monterrey, N.L., fuimos los convocados.
Era la culminación de muchos esfuerzos, de ilusiones que parecían desvanecerse al convertirse los días de espera en años, de la tentación por arriesgar el resto ante la arrogante negligencia de la burocracia. Para materializar esos esfuerzos, la labor de la Oficina, con la paciente asesoría, acompañamiento y gestión del Jurídico y el empeño y compromiso de Aleida Calleja, no pueden ni deben olvidarse.
Sin embargo, en esta segunda autorización, el Estado mexicano impuso una muestra palpable del trato discriminatorio y déspota que le han caracterizado frente a las luchas populares. Si no puede negarse totalmente a reconocer los derechos ganados a pulso por la ciudadanía, sí puede limitarlos al mínimo posible, hasta hacerlos casi desparecer.

Así, de las seis radios permisionadas el 19 de febrero, todas, excepto Xalii con 300 watts, recibimos permisos con bajísimas potencias: R. Tepoztlán 164 y las cuatro restantes sólo 20 watts de potencia total. En el primer grupo, de 10 radios permisionadas, solo dos recibieron potencias
menores  a 200 watts: Cultural y Ecos de Manantlán, con 150 watts cada una; en cambio cuatro tuvieron permisos para transmitir con 500 y 1000 watts..
La pertenencia a una red, entre otras ventajas, debe traducirse en una permanente solidaridad para no permitir esas desigualdades, a menos, claro está, que los solicitantes -por el motivo que sea- decidan que aspiran a una potencia reducida. En el evento mismo del 2010, Adán López de Zaachila Radio expresó la inconformidad de los presentes, pero el organismo colectivo no hizo ninguna declaración sobre este trato injusto.
De eso se trata en la actual situación, en vísperas de una discusión y aprobación de una ley secundaria que no llega: de manifestar expresamente nuestra oposición a que se siga discriminando a las radios comunitarias e indígenas con bajas potencias, de defender la demanda de reserva del 30 % del espectro para las concesiones sociales, con requisitos técnicos y económicos accesibles y equitativos, de manera que las solicitudes sean resueltas en plazos razonablemente breves, comenzando con quienes tienen ya sus expedientes completos y sufren, otra vez, la despótica fila de espera.

Se trata también de fortalecer la sustentabilidad de estas radios, exigiendo  que al reconocimiento de su función social corresponda el apoyo con fondos públicos y el derecho a la publicidad sin carácter de lucro, sin pretender atentar por ello contra el carácter  independiente y la autonomía de los colectivos; se trata, en fin, de erradicar la actual criminalización del derecho de libre expresión mediante la aplicación de la Ley General de Bienes Nacionales contra las y los radialistas que transmiten sin autorización, dirigiendo el proceso hacia la regularización y no a la desaparición y castigo de estas radios si cumplen con el perfil que exige la ley.
En resumen: no solo por lo que han hecho con (contra) nosotros, sino por la visión estratégica que amerita el tardío pero ya declarado reconocimiento del sector social,  por todos los medios a nuestro alcance, comenzando con nuestros propios espacios, a través de spots, programas especiales, audios compartidos, etc., y apoyándonos en los defensores sinceros de los derechos de libre expresión, información y comunicación,  nuestras demandas por una ley democrática debían enfocarse en este sentido: no más comunitarias e indígenas *pequeñas* por bajas potencias arbitrarias; no más comunitarias e indígenas *pobres* por falta de financiamiento público y privado; no más comunitarias e indígenas *pocas*, por requisitos inalcanzables, sino apertura a cientos de estas radios para conformar un activo sector social de la comunicación en todo el territorio nacional, y no más comunitarias *perseguidas o penalizadas*.
Los enemigos de la libertad de expresión del pueblo nos han limitado al mínimo, pero nuestra razón y el potencial popular son muy grandes, no  nos limitemos nosotros mismos.

viernes, 14 de febrero de 2014

Efraín Calderón Lara: a 40 años de su asesinato, su ejemplo más vivo que nunca

Hay nombres de personas que deben ser protegidos contra el olvido. Perderlos de la memoria colectiva significa la pérdida no solo de individuos ejemplares, sino de épocas completas de esfuerzos ingentes y esperanzas y logros de las masas, épocas que en perspectivas no son sino destellos, pero precisamente por ello siempre pueden servir para iluminar oscuros momentos como los actuales.
A esa categoría pertenece la memoria de Efraín Calderón Lara. Ejemplo del universitario que entrega sus conocimientos al servicio del pueblo, Calderón Lara, joven egresado de la Universidad Autónoma de Yucatán realizó una infatigable labor de organización, asesoría y acompañamiento a las luchas de las y los trabajadores de aquel Estado en los agitados años de la insurgencia sindical mexicana.
En su corta pero intensa vida profesional, fue el organizador de los sindicatos independientes de conductores de autobuses, de trabajadores de las gasolineras, de zapateros y panaderos, de los estibadores de las tiendas Conasupo y de los empleados de la Universidad Autónoma de Yucatán; dedicó sus mayores esfuerzos a los trabajadores más indefensos y empobrecidos como eran los de la industria de la construcción, y aún se dio tiempo para asesorar en sus múltiples problemas a los colonos de los barrios proletarios de la capital y sus alrededores.
Eran los años del mayor poder de las mafias sindicales, representadas en Yucatán por los líderes vende-obreros de la CTM y la CROC; éstas, junto con los voraces patrones capitalistas y su representante en el Gobierno estatal, en aquel entonces Carlos Loret de Mola, veían ya en la actividad de Calderón Lara un peligro mortal para sus intereses.
Intentaron primero comprarlo, ofreciéndole jugosos bienes materiales, luego importantes cargos, cañonazos que se estrellaron en la incorruptible honestidad del joven abogado apodado “El Charras” por sus camaradas.
Calderón Lara pudo advertir que el odio de quienes se sentían afectados por su labor había llegado a extremos de desesperación. Presintiendo un riesgo inminente, escribió a su madre:
 ““El Gobernador ha intentado convencerme de que abandone mi causa, primero mediante puestos oficiales y después mediante cohechos. Como he rechazado unos y otros ha recurrido a las presiones y las amenazas. Creo que ahora el Gobernador se dispone a atacarme directamente. El es periodista, no político. Sus puestos los ha logrado  mediante su pluma a veces obsequiosa, a veces venenosa, según sea el caso y su conveniencia personal. Todos saben que cambia sin ningún escrúpulo de camiseta y que no tiene más convicción que la de sus intereses. Ahora lo presionan por varios frentes y no sabe qué rumbo tomar. Es temeroso, es inseguro. Eso me alarma más pues nunca sabes cómo va a reaccionar ese tipo de gente”.
La madrugada del 13 de febrero de 1974, Efraín Calderón Lara fue secuestrado por elementos de Seguridad pública del Estado y sometido a brutales torturas, que incluyeron golpes hasta desfigurarlo, quemaduras de cigarrillos y heridas con picahielos en todas partes del cuerpo, mutilación de los testículos, hasta ultimarlo de un disparo en la cabeza.
Su cuerpo fue encontrado varios días después y el día 20 de febrero sepultado en medio de una multitud indignada de miles de trabajadores, estudiantes de la UAY y hombres y mujeres del pueblo sencillo que exigían el castigo a los culpables y la caída del Gobernador. El estudiantado de la Universidad se lanzó a un paro que se extendió por dos meses, hasta obligar al gobernador Loret de Mola a enviar a prisión como presuntos responsables a los directivos y agentes de la Dirección de Seguridad Pública, mientras escurrían el bulto los verdaderos culpables a los ojos de la población: los dueños de dos empresas de la construcción, los líderes de la CTM y la CROC y el propio gobernador.

A 40 años de su muerte, se preparan en Yucatán homenajes en memoria de este combativo y solidario universitario. Su lucha comprometida hasta la muerte debe ser conocida y recordada por todo lo que haya de digno en todos los rincones del territorio mexicano.

Datos consultados en: Echeverría V., Pedro (1999): El gobierno de Loret y el asesinato del "Charras" Revista Latina de Comunicación Social, 14. http://www.ull.es/publicaciones/latina/a1999c/132echeve.htm

jueves, 13 de febrero de 2014

Ni el frío ni la lluvia congelaron la ardiente exigencia de ¡Pensión universal!

400 trabajadoras y trabajadores en retiro convocadas por la AC "Tierra y Libertad" desafiaron el pasado 11 de febrero uno de los peores días del invierno regiomontano para continuar el movimiento en demanda de la PENSIÓN UNIVERSAL prometida por el candidato Enrique Peña Nieto durante el debate del 6 de mayo de 2012, incumplida por el Presidente Peña Nieto ya apoltronado en la silla presidencial.

Otros tantos, o quizás más, sí tuvieron que abrir el paréntesis para evitar sufrir los riesgos por la precaria salud de los cuerpos ya cansados por toda una vida de duro trabajo, pero advierten: ¡pronto tomaremos nuestro sitio en la batalla!
Por tercera ocasión el elegante vestíbulo  del Condominio Acero, donde se ubican las oficinas de Sedesol federal, se vio colmado por una multitud que contrastaba por su digna pobreza con el lujoso entorno y el tufo a burocracia y a negocios.
Y por segunda ocasión, el Delegado federal Pablo Elizondo García eludió hacer frente a  la demanda. En verdad. un funcionario que gana en un solo día el equivalente al doble de la pensión con la cual un trabajador en retiro debe tratar de resolver sus necesidades básicas durante todo un mes,  nada puede argumentar que pueda someter en la resignación al pensionado.
No sólo eso. La aceptación por la Sedesol Federal de los pensionados y pensionadas en los límites inferiores a 1, 092 pesos  mensuales dentro del programa 65 y Más, implica ya de por sí un primer paso todavía muy restringido, pero un paso al fin, hacia el objetivo de abrir la puerta a todas y todos los pensionados, sin ninguna condición que no sea la de contar con 65 años cumplidos.
México es un país con las jornadas de trabajo más extensas y más mal pagadas del mercado capitalista internacional; sus pensiones que apenas abarcan a un tercio de la población laboriosa son una vergüenza, reflejo a su vez de las condiciones de estricto control a la que se ve sometida la clase obrera mexicana por la triada infernal: patrones, líderes vende-obreros y gobierno.

La compensación a las pensiones miserables con los programas de apoyo estatal y federal no representa  sino la devolución de una ínfima parte de la riqueza social que millones de trabajadoras y trabajadores rinden diariamente a lo largo de  su vida productiva. La pensión por edad, a todas y todos los mayores de 65 años deben aplicarse sin más demora, eliminando el injusto y discriminatorio requisito de no contar con alguna pensión.