Una reforma integral de medios con importantes y urgentes modificaciones y aportaciones a la actual ley ha sido impulsada por personas, organizaciones de la sociedad civil y aunque parezca increíble, pues hace sólo cuatro años aprobaron sin leer la Ley Televisa, por los partidos políticos PAN, PRD, Convergencia y aún se dice que por algunos miembros del PRI.
Como sabemos, la llamada "representación nacional" no es realmente sino la representación de los intereses del capital en su conjunto. La escandalosa concentración de medios que han acumulado las dos mayores empresas ha motivado a las otras fracciones de la burguesía a exigir un mejor reparto del pastel. Quienes van a aprobar o rechazar esta propuesta representan por un lado al gran capital (Televisa y TV Azteca) y por otro a los medianos y pequeños capitalistas que exigen "democracia". La gran masa trabajadora del campo y de la ciudad no está ahí representada y seguramente pocos avances puede esperar de las escaramuzas legislativas. Aún así, la iniciativa es un avance importante y la presión ciudadana puede logarar arrancar algunas reformas que serán plataforma para las nuevas luchas en este terreno.
A continuación la opinión de AMARC México sobre la iniciativa en cuestión.
México DF, a 23 de abril de 2010
AMARC-MÉXICO URGE A LA APROBACIÓN DE UNA REFORMA INTEGRAL DE MEDIOS
• Urge aprobar en este periodo de sesiones reforma integral de medios
• AMARC México insta al Congreso a no dejarse presionar por los poderes mediáticos
• La reforma integral propuesta no es una reforma al vapor, se ha discutido por más de 10 años
La Asociación Mundial de Radios Comunitarias - México (AMARC-Mx), hace un llamado urgente para que la Iniciativa Integral de Medios que se encuentra en ambas Cámaras del Congreso de la Unión sea aprobada en este periodo ordinario de sesiones.
Los legisladores de las diferentes fracciones parlamentarias enfrentan una oportunidad crucial que los obliga a actuar con responsabilidad y no dejarse subyugar por los poderes fácticos, que en busca de una ganancia mercantilista olvidan que el espectro radioeléctrico es un bien de la nación mediante el cual la ciudadanía tiene la posibilidad de ejercer la libertad de expresión, derecho humano y piedra angular de la democracia.
La necesidad de contar con un marco normativo que fomente el pluralismo informativo, que combata la concentración de los medios de comunicación para que las distintas voces tengan cabida, y sobre todo, que brinde certeza jurídica eliminando el actuar discrecional de la autoridad, ha sido una demanda histórica de la sociedad.
A 3 años ya de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación en su sentencia 26/2006 declaró inconstitucionales diversos artículos de la llamada Ley Televisa, hoy resulta impostergable aprobar una legislación que tome en cuenta a todos los ciudadanos.
Al respecto resulta relevante recordar que en el último informe de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, publicado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos la semana pasada, el organismo regional volvió a hacer un exhorto al Estado mexicano a fin de que legisle en materia de radiodifusión comunitaria.
Igualmente, diversos en América Latina han avanzado en la modificación de sus legislaciones en la materia a favor de una democratización de los medios, en concordancia con los principios que AMARC América Latina ha elaborado en torno a la radiodifusión comunitaria.
Por todo lo anterior, saludamos la iniciativa integral en la materia, que incluye a los medios comunitarios; la consideramos como un gran paso para lograr una legislación justa, equitativa y democrática en el que se garanticen plenamente la libertad de expresión y el derecho a la información, en armonía con las obligaciones internacionales el Estado Mexicano se ha comprometido a cumplir.
Por lo anterior la AMARC México se pronuncia por:
• Que la iniciativa integral que está siendo discutida en el Congreso de la Unión sea aprobada en este periodo ordinario de sesiones
• Urge a los legisladores de los diferentes partidos a retomar las demandas históricas de la sociedad, para garantizar el pleno ejercicio de la libertad de expresión.
• Se armonice el marco regulatorio doméstico con los más altos estándares en materia de derechos humanos establecidos en instrumentos internacionales y doctrina desarrollada por organismos intergubernamentales en materia de libertad de expresión.
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